Exito de hace dos años cuando Iker tenía apenas unos días y yo pensaba que no iba a poder sola, dedicado a todas las que se inician en este arte de ser mamás solteras:

Una y media de la mañana, lloro diciendo mamá tengo hambre. Exijo enérgicamente pegarme a tus pechos mamá para poder seguir durmiendo.

Hoy fue mi primer día en el pediatra. La doctora determinó que voy muy bien. Menos mal, porque quien aguanta a mamá si luego de tantas clases, trasnocho, atención exclusiva y hacerse la sorda ante comentarios externos no hubiese sido así.

 Una teta otra teta, sacar los gases, cambiarme porque me hago justo cuando como. Una hora se va en este proceso, para que cuando ella cree que todo se acaba, resulta que vuelve a empezar. Duermo dos horas y quiero otra vez su pecho.
¿Dónde estás papá? Dormido, ausente, en tu mundo. Menos mal que no estás al lado de mamá, creo que ella sería capaz de echarle un vaso de agua fría para que despiertes.Cierto, papá trabaja todo el día, provee dinero, objetos. Debe descansar. Papá tiene unas mamas que no sirven para alimentarme, a papá le da miedo cargarme porque soy muy chiquito y «me puedo romper».Hace meses que Papá ya no ama a mamá y por eso no está a nuestro lado. Papá no es un mal hombre, tampoco es el mejor del mundo. Es un ser humano que decidió que su único compromiso es con el mismo.

Papá puede ausentarse, puede pasar días sin verme porque no dependo de sus pechos para comer. Pero quiero tu abrazo, papa. Dónde estás?

«Arepita de manteca pa mama que da la teta», dice la canción, «arepita de cebada pa papá que no da nada.» Arepita de manteca para los papas presentes, para los que sacan gases, cambian pañales, abrazan y ayudan a la vulnerable mamá que solo sabe ser fiera para cuidar a su cría.

Pero, quién la protege a ella. ¿Donde estás papá?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *