
Malcriado “alguien falto de buena educación y de cortesía”, algo que no puede ser un bebé, y yo diría que ni un niño.
La educación está regida por pautas sociales y éticas en las que se espera que todos tengamos un comportamiento estándar ante ciertas situaciones.
Ejemplo, respetar a los mayores, comer con la boca cerrada, obedecer órdenes ( a esta le tengo pánico), comer sentado y en horarios establecidos, en fin la lista es larga y va sumando según cada familia.
Mostraremos nuestras habilidades completas en la adultez, a diferencia de otros animales que las muestran al poco tiempo de nacer.
La educación y adaptación a la sociedad correspondiente se hará según el desarrollo emocional y físico, por tanto no tomaremos como mala educación que un bebé se haga pupu y pipí encima hasta pasados los dos años o 3. Pero si un bebé hace una pataleta para mostrar un disgusto a una edad en la que aún no ha desarrollado sus habilidades comunicativas e inteligencia emocional (que además debe aprenderla de sus padres, no salen de la nada), entonces rápidamente se le tilda de malcriado.
Si un niño no está de acuerdo con la orden de un adulto por considerarla fuera de su lógica, se le dirá desobediente, en lugar de analizar sus habilidades desarrolladas hasta el momento; y así lentamente iniciamos en vez de la educación un entrenamiento.
Queremos que se defiendan en el colegio y no se dejen llevar por otros, pero en casa deben ser como dicen sus padres y decir amén a cuanto digan los adultos porque juramos que estamos siempre en lo correcto, por poner ejemplo obvio entre cientos que no caben en el post.
Llamar a un bebé o niño malcriado es sencillamente pasar por alto que la educación es un hecho social, es decir , ese niño no se malcrió solo, su entorno lo hace.
Pero el hecho más grave de llamar a un niño malcriado sin conocer realmente que es malcriadez y que es evolución, es el maltrato sutil o explícito qué hay en la forma de corrección elegida para “bien criar”.
Es hora de despertar.