“No puedo soportar ese olor” o “ahora huelo más que nunca” son quejas frecuentes durante el embarazo. Pero, ¿por qué el 67% de las gestantes percibe de un modo más intenso algunos olores, en especial, los menos agradables?

Se llama hiperosmia y se produce durante el primer trimestre. Se relaciona a menudo con las náuseas en los primeros meses de embarazo, puesto que cualquier olor levemente desagradable se convierte en un olor super desagradable. De hecho, se ha observado que las mujeres que tienen anosmia no sufren ese periodo de náuseas.

Normalmente, esta alteración del olfato desaparece o se reduce a los tres meses de gestación, aunque en algunos casos puede persistir hasta las últimas semanas e incluso un tiempo después de que nazca el bebé.

La culpa la tienen las alteraciones hormonales que se producen en este periodo, los estrógenos propios de la gestación convierten cualquier fragancia en una auténtica bomba de olor.

 

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