Terminaba una conferencia hace tres años en donde nos reunimos más de 100 mamás y en la ronda de preguntas y respuestas una madre comentó: «lo más difícil para mi es que nadie nos prepara para tanto llanto».

Los bebés lloran. Junto con la succión es su único mecanismo de sobrevivencia los primeros meses de vida.

Lloran para alertar qué hay que cambiar el pañal.

Lloran si están solos.

Lloran si tardamos en darle la comida.

Lloran cuando se despiertan.

Lloran cuando tienen sueño.

Lloran cuando tienen frío. Cuando tienen calor.

Lloran, lloran, lloran y en el fondo de nuestra alma despiertan las sombras de aquellas niñas que fuimos y a quienes no nos toleraron el llanto. No nos permitieron las pataletas cuando debíamos hacerlas y por supuesto, nos volvieron intolerantes al llanto con el pasar de los años.

Cuando nos toca lidiar con los llantos comunes y contenerlos no tenemos paciencia, lo queremos calmar rápido: con comida, con Teta, con movimientos. Y más grandes con sobornos, con regaños, amenazando con la llegada del coco.

Y coartamos un acto natural como llorar. Y lo neutralizamos, más que con ganas de atender la causa, con ganas de no escucharlo.

Claro que el llanto aturde y es para eso, para atenderlo pronto, pero no el llanto solamente, hay que ir a la raíz del llanto y en especial, a la raíz de lo que realmente nos molesta cuando lo oímos.

Los bebés lloran, los niños lloran y los adultos lloran. No lloramos por nada, lloramos por una emoción, por una sensación física. Lloramos porque necesitamos y se nos debe permitir hacerlo sin salidas inmediatas, pero sí mucha contención y atención precisa.

El llanto es parte de nuestra vida, tenemos que aprender a escucharlo y vivirlo con la naturalidad con la que enfrentamos la risa.

Es verdad, nadie nos prepara para tanto llanto y solo nosotras podemos hacernos responsables no solo de la atención del llanto del bebé, sino de cómo nos sentimos nosotras con el llanto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *