
Suelo tratar de tener todo listo antes de que Iker llegue del colegio o cuando salgo a buscarlo para dejar solo lo imprescindible para la tarde y poder dedicarle todo mi tiempo, pero hay muchos días que no me es posible, así que cuando distraigo mi atención de lo importante: es decir, que mi hijo pasa 8 horas sin verme, sin contacto conmigo y fuera de su hogar, me tocan mis llantos de ambulancia por el frío, por el calor, porque no sabe si quiere comer lo qué hay, porque los pájaros vuelan, porque la luz se prende o se apaga. Ustedes saben de que les hablo.
Así que trato de explicarle que si me distraigo un poco en el trabajo o con cosas de la casa, busque ir directo al grano y me haga también su llamado de atención más directo. Tiene 5 años y cada vez sale más rápido del dominio del cerebro reptil, pero aún lo atrapa de vez en cuando y entra en ese llanto de rabia y frustración que para muchos adultos es por “nada”. Una vez me dijo, estoy tratando de calmarme pero no sé qué pasa. A lo qué yo respondí, toma todo el tiempo que quieras para llorar, si lo necesitas ( siempre hago esto aunque confieso que no soporto el llanto, pero me parece menos agresivo que un simple cállate 🤐 o un no llores. Algún día haré un post sobre esto), al final me funciona mucho decirle que llore todo lo que quiera, porque logra relajarse en mi compañía y busca solucionar lo que le molesta, sabiendo que llorar es solo una descarga, pero igual después del llanto debe pedir lo que realmente necesita de forma clara. Para esto busco encaminarlo sin tratar de ser una adivina de sus deseos.
Ha sido un trabajo de hormiga
de aciertos y desaciertos, pero cuando lo veo identificar su emoción y vivirla, pienso ojalá y todos los niños tengan esta oportunidad de no ser coartados con un vete a tu cuarto, no llores o un cállate. Las frustraciones de padres e hijos bajarían al mínimo; pero para eso debemos estar dispuestos a reconocer que son nuestros niños heridos los que afloran ante la falta de autocontrol con los hijos. #crianzaconsciente #mamaprolactancia #prolactancia #crianzaconsciente #crianzarespetuosa