Decidas dormir con tu hijo o no, la premisa básica de la seguridad y el sueño tranquilo de tu bebé es la COMPAÑÍA ante la solicitud de atención.

El cansancio nos agobia y en medio de la desesperación comenzamos a buscar fórmulas rápidas para que un bebé duerma toda la noche, cuando la realidad es que neurológicamente no están listos.

Los bebés pueden enlazar fases de sueño más largas desde los 4 meses, pero en todo caso necesitarán un estímulo amoroso que les permita seguir durmiendo, sintiendo que están seguros.

La noche, la oscuridad y estar alejados de mamá producen estrés en ellos. El estrés prolongado y habitual que se genera dejando llorar a los niños varios días para que logren dormir incrementa la segregación de cortisol.

El agotamiento por el llanto y el exceso de cortisol, hace que el bebé segrega endorfinas y otras sustancias que buscan reducir ese estrés, por tanto el bebé se duerme de agotamiento y para protegerse, no porque haya aprendido a dormir.

Qué significa para un bebé la experiencia del llanto no atendido? Que el mundo no es confiable, que el llanto (mecanismo de alarma y sobrevivencia) no le ayuda en nada, en definitiva que no vale la pena alertar de ninguna sensación de peligro con el llanto porque al final nadie lo atenderá.

El doctor James McKenna, director del laboratorio de sueño de la Universidad de Notre Dame, advierte que si se somete a constante estrés al bebé los primeros 3 años de vida, se ve afectado el desarrollo de la región orbitraria central del cerebro, encargada de gestionar el estrés y la ansiedad.

Todo lo que hagamos los primeros años de vida, marcará nuestra inteligencia emocional adulta.

Recuerda que si necesitas apoyo para guiar amorosamente y desde el respeto el sueño de tu bebé debes conocer como funciona su mecanismo regulador, así no te verás tentada a irte por la vía del llanto, que no siempre funcionan tampoco nos hace sentir felices.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *