Luego de que tu bebé era «santo» que descansaba, casi no lloraba y dormía mucho y justo cuando crees que empiezas a dominar la lactancia; aproximadamente entre el día 17 y el 22, luego a las 6 o 7 semanas de vida y después a los 3 meses, tu bebe vive una transformación: pelea con la teta, llora, la suelta, la vuelve agarrar, quiere estar pegado las 24 horas del día, tensa las piernas, arquea la espalda en las tomas, vuelve a llorar. #WTF? no entiendes nada y zuazzz, surge la duda de si estas produciendo suficiente leche o no. Esto es un brote de crecimiento.

Significa que tu hijo requiere que la producción de leche aumente porque empieza a necesitar consumir más, así que al principio queda inconforme por no satisfacer de inmediato su necesidad, pero sabe que si succiona mucho a lo largo del día, logrará su objetivo. Se estima que el brote dura tres días, pero hay madres que reportan más. 

¿Qué hacer en estos casos? Tener paciencia, mantenerte hidratada y ofrecer a cada momento el pecho para que el bebe haga que produzcas más leche, recuerda a mayor succión, mayor producción.
Cuando ocurren los brotes muchas madres comienzan a complementar con sucedáneos y en vez de ayudar a la lactancia, colaboran con que la producción sea deficiente y el bebe se acostumbre a la facilidad de la salida del líquido por el tetero.

Lo recomendable es que confíes en ti y en la succión de tu bebé, en realidad vale la pena llegar a los seis meses de lactancia exclusiva.

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