A veces sólo necesitamos sentir más y pensar menos, la lactancia materna es una de esas cosas a las que mientras más cabeza y menos corazón le ponemos, más difícil se vuelven.

Más allá de la técnica de posición y agarre, que por supuesto es importante, recuerda que dar pecho es totalmente instintivo, primitivo, animal. Siempre me pregunto, se imaginan a un perrita diciéndole a su cría: ya estuviste 15 min en cada pecho, ahora a sacar los gases y a dormir.

Se imaginan a alguna gata diciéndole a su gatico, no quedaste lleno ahora a complementarte, o una gorila tomando pastillas para tener más leche? Saben por qué los animales pueden dar su leche? Porque no tienen la capacidad intelectual para cuestionarse, evaluarse, juzgarse.  Solo alimentan a su cría de la única manera que su naturaleza les permite hacerlo. No se preguntan cuanto pesa el bebe, ni cuanto creció, ni qué dieta debe hacer , ni miden con el sacaleche cuánta leche están produciendo.

No piensan que sus crías están enfermas porque lloran, saben que sólo así pueden comunicarse, así que las cobijan y ofrecen pecho tantas veces lo necesiten. Más corazón y menos cerebro a veces -y cuidado si no siempre – hacen mucho bien.

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