Amamante a Íker durante 2 años y tres meses. Una vez destetados definitivamente recuerdo que él apretó mi pecho y salió un chorro de leche, ambos nos sorprendimos porque pensábamos que ya no había más, así que Íker de inmediato se acercó y quiso succionar, pero ¡Oh sorpresa!, ya no sabía cómo hacerlo, no encontraba acomodo y me dijo. No mamá, no quiero.

En apenas una semana mi hijo había perdido el reflejo de succión. Bastó una semana para que un bebé que había pasado dos años pegado al pecho durante 24 horas por seis meses y luego, más de 9 horas diarias durante casi año y medio ya no supiera cómo agarrar el pecho.

Imaginemos entonces qué puede pasar con un bebé que apenas está aprendiendo a pegarse al pecho y le colocamos un chupón para calmar su ansiedad o usamos un biberón para dar leche, así sea materna.
Los chupones y tetinas tiene una forma que saca un piquito (incluso aquellos que buscan imitar el pecho), que es lo único que el bebé succiona cuando los introducimos en su boca, diferente a la mama en la que se debe succionar piel de la areola, no el pezón que debe ir lo más atrás posible de la boca y es un lugar donde se posa la lengua, sin más.

Por otro lado, desde el biberón no hay ningún esfuerzo que hacer, apenas se coloca vertical y gotea el líquido, mientras que en la mama el bebé hace un ejercicio muy saludable para la formación y desarrollo de sus músculos y huesos maxilofaciales. Es cierto que muchas madres han logrado prolongar el pecho pese al uso de biberón y chupón, pero también es verdad que no es la mayoría de los casos.

Respondo mails, visito madres y hago aseosorías todos los días en las que los grandes confusores son justamente el chupón y el tetero. Bebés que pelean con el pecho cuando tienen pocos minutos allí pegados y madres que creen que no tiene lecheo por esta pelea.

Pensemos si el bebé en vez de pelear por leche, que es un chorro automático que se activa con la succión en la mama, no está peleando más bien porque se cansa de succionar y no tiene la práctica adecuada para satisfacer su necesidad,a causa de la intervención de estos elementos.

Madres con los pechos rotos a cusa de las “mordidas” de los pezones, pues los bebés tratan de imitar la manera como aprietan el chupón y la tetina para evitar que se les caiga.

Disminución de la producción de leche por el retraso de la demanda del bebé a causa de la distracción que causa el chupón y la comida extra que aporta el biberón. En definitiva, boleto a perder la exclusividad de la lactancia materna solo por el uso de elementos artificiales que se utilizan con regularidad como si fuesen necesarios para la crianza y alimentación de nuestros hijos.

Y aquí vuelvo yo a mi vida hippie, imaginémonos en vida salvaje, imaginemos al resto de los mamíferos, solo succionan mamas, más nada.

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